DAM vs DAM videojuegos: el perfil de alumno
2025-07-21
Este curso ha sido el último en que el centro en que trabajo ha ofrecido el Ciclo Formativo de Grado Superior (CFGS) en Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma (DAM) con especialidad en videojuegos, al que hemos venido llamando "DAM videojuegos", y he pensado que es un buen momento para reflexionar acerca de lo que ha supuesto para mí este ciclo y compartir algunas observaciones.
El perfil de alumno
La característica principal de los alumnos de este ciclo es que todos comparten una cierta ilusión por lo que hacen. Esto es lógico porque dedicarse a los videojuegos durante mucho tiempo ha sido un sueño para muchos aficionados a la informática, y el hecho de verse en ese camino les emociona.
Esto, en mi opinión, tiene aspectos positivos y negativos. En el lado positivo tenemos que los profesores de estos ciclos nunca necesitamos motivar a los alumnos. Quien está cursándolos es porque quiere, ya que no es de entrada la forma más fácil de asegurarse un futuro, y probablemente hayan tenido incluso que defender frente a sus familias su elección.
Pero esto tiene una contrapartida importante, y es que muchos vienen sólo con esa ilusión. Les falta conocimiento de lo que supone dedicarse profesionalmente a crear videojuegos y no han dedicado tiempo a evaluar si sus capacidades se alinean con el perfil requerido.
En esto tienen algo de "culpa" las campañas de promoción de estos ciclos, que frecuentemente confunden el hecho de que te guste jugar a videojuegos (¿a qué adolescente no le gustan?) con el hecho de que te guste construirlos. Aunque sea una aclaración poco necesaria, esto es como decir que si tu película favorita es "Lawrence de Arabia", forzosamente vas a disfrutar sosteniendo una cámara de veinte kilos en mitad del desierto siete horas al día.
¿Qué capacidades son esas, entonces? Pues principalmente una cierta sensibilidad hacia la estructura y el orden y una mente que disfrute resolviendo problemas. Lo primero es necesario para la fase de construcción del "sistema" y lo segundo para arreglar todos los problemas que, con toda seguridad, aparecerán.
Por tanto, el perfil que se busca es más bien el de una persona tranquila, capaz de analizar con cierta frialdad las situaciones, con inventiva para imaginar y evaluar posibles soluciones, perseverante y con una alta tolerancia a la frustración. La clase de persona que disfruta resolviendo puzles o acertijos o que disfruta creando ingenios con juegos de construcción, aunque se le vengan abajo la mitad de las veces.
En vez de este perfil, lo que normalmente hemos encontrado en "DAM videojuegos" es un grupo de chavales (también chicas, pero pocas) fascinados con la "cultura del videojuego". Chavales que se pasan el día hablando de las novedades del mercado, de sus logros, de sus opiniones sobre tal o cual personaje... Chavales en definitiva muy distraídos.
A estos chicos nos ha tocado introducir poco a poco temas como arquitectura Von Neumann, codificación binaria, lógica booleana, programación estructurada... Temas muy áridos y que se resumen en que todo lo que están disfrutando como jugadores es matemática en movimiento.
¡Matemáticas! El auténtico "elefante en la habitación". Si alguien sugiriera parar un curso durante una semana para practicar ecuaciones de primer y segundo grado o cálculo matricial se le echarían encima desde los alumnos hasta el Departamento de Educación, y sin embargo todo lo que explicamos tiene que ver con eso.
Eso no quiere decir que hayamos renunciado - por lo menos yo - a explicar o repasar estos temas, pero sí que ha sido necesario "mezclarlos" con resultados atractivos, como a un niño pequeño al que se le mezcla una comida que de entrada no le gusta - pero a la que necesita acostumbrarse - con otra que sí.
El "otro" perfil de alumno
Tengo que detenerme aquí para introducir a otro perfil de alumno que he tratado durante estos años, el alumno de "DAM".
Hay que recordar que, por lo menos hasta el curso pasado, "DAM videojuegos" fue una variante del ciclo de "DAM". En este último, los alumnos aprenden a desarrollar aplicaciones "en general", es decir, se capacitan para trabajar como desarrolladores con independencia de que más adelante decidan especializarse en un sector en concreto.
El alumno que acude a este ciclo (nuevamente, suele haber mayoría de chicos), típicamente y siempre desde mi percepción, lo hace por una decisión racional, atraído seguramente por la fama - últimamente más cuestionada - de que le facilitará encontrar un trabajo bien remunerado en el futuro.
Este alumno es más "transaccional", es decir, quiere que le digan lo que tiene que hacer para conseguir su objetivo y entiende que debe pagar un precio por ello, porque lo ve como una inversión. Esta mentalidad le permite aguantar más la parte "aburrida", porque no deja de ser un "check" más en ese camino.
Entonces ¿es mejor estudiar DAM para hacer videojuegos?
Como he dicho anteriormente, el ciclo de "DAM" capacita para desarrollar cualquier tipo de aplicaciones, incluidos videojuegos. Por tanto, cabría preguntarse si un alumno del ciclo de "DAM" está mejor capacitado para desarrollar videojuegos que un alumno del ciclo de "DAM videojuegos".
Aquí tengo que "mojarme", pero voy a intentar dar una visión equilibrada. Si la pregunta es quiénes son a priori mejores en programación mi respuesta es tajante. En "DAM" podemos trabajar con mucha más profundidad los conceptos fundamentales y entrar en detalles mucho más técnicos, ya que los alumnos esperan y exigen exactamente eso. Independientemente de haya encontrado alumnos muy capaces que han cursado "DAM videojuegos", los alumnos de "DAM" tienen mejores oportunidades de formarse en este aspecto.
Ahora bien, aunque saber programar es necesario, no es el único factor a tener en cuenta. Si a los programadores que hemos formado en "DAM videojuegos" a veces les falta rigor, a los programadores de "DAM" comparativamente puede faltarles originalidad, "chispa", pensamiento lateral o como queramos llamarlo. Eso no es sorprendente teniendo en cuenta cómo los he presentado: un grupo cuyo objetivo principal es poder vivir una vida convencional. No son aventureros.
Y de un programador de videojuegos se espera un cierto desparpajo, porque por mucho que existan artistas y diseñadores, los programadores terminan tomando también pequeñas decisiones que contribuyen a que el resultado final, el juego, sea o no divertido (e incluso cuando no les corresponde tomarlas, lo ideal es que no necesiten explicaciones excesivamente detalladas por parte de quien les transmite sus ideas).
En pocas palabras, si bien los juegos que puede crear los alumnos de "DAM" por sí mismos seguramente serán más fiables y técnicamente complejos, también serán más "sosos".
Juntos, pero no revueltos
¿Cómo solucionar este dilema? Una posibilidad es intentar enseñar a los alumnos a adoptar la actitud adecuada en cada momento. Rigor y frialdad cuando es necesario analizar y solucionar un problema y emocionalidad y pensamiento lateral cuando es necesario definir objetivos ilusionantes.
Sin embargo este objetivo es muy difícil de conseguir, por lo menos de forma generalizada, en un ciclo como "DAM videojuegos", ya que los alumnos se ven expuestos continuamente a estímulos que los empujan en ambos sentidos, sin llegar a desarrollar plenamente ni un perfil ni el otro.
Por esta razón, coincido plenamente con el criterio de quienes han decidido que, a partir del curso que viene, desaparezca "DAM videojuegos" y en su lugar los alumnos cursen "DAM" y a continuación un "Curso de Especialización en videojuegos", ya que de esta forma, el afán por los videojuegos no se convierte en una "excusa" para pasar por alto las partes técnicamente más áridas sino en una motivación para superarlas, y al mismo tiempo se crea un espacio en el que desarrollar toda esa creatividad contenida cuando realmente se tienen todos los instrumentos dominados.
Para qué ocultarlo, también lo prefiero porque es el camino que adopté yo (entre otras razones, porque no había otro). Estudiar informática convencional prometiéndome a mí mismo que utilizaría lo que aprendiera en desarrollar videojuegos, y cumpliéndolo.